Esta imagen en relieve es una representación conmovedora de la Virgen María sosteniendo al Niño Jesús en brazos, una imagen que trasciende el tiempo y el espacio, capturando la esencia misma del amor maternal y la divinidad. La delicadeza de los detalles y la expresión serena de la Virgen reflejan la devoción y la protección que ella brinda a su hijo, mientras que la imagen del Niño Jesús en sus brazos evoca una sensación de seguridad y ternura. Esta pieza es más que una obra de arte; es un símbolo de fe y esperanza que inspira a quienes la contemplan, recordando la conexión eterna entre madre e hijo y la omnipresencia del amor divino en nuestras vidas.